CALLE CLEOTILDE GERONA SEXO
Me da mucho horror soñar a las gentes, porque es señal de que ya no volveré a verlas. Soñé con ella la semana pasada. Gracias, Berta, acabo de desayunar. Dueña de sí misma. Todo finísimo, de lo mejor.
Estela que tenía un vestido de confusión lleno de encajes, se lo puso cuando se casaron los Méndez. Sigue manoseando a Clotilde. Sería una bestialidad irme, una pérdida de tiempo, denial tiene caso, no volveremos a adeudar una oportunidad como ésta. Y un sombrero de aquellos que les llamaban clochette, de una tela brillante: Tenía bordado un pajarito del lado zurdo. Sale por la derecha y Antonio, haciendo un prodigio de control se queda absorto en los libros que hay, mientras se arregla le jubón y se seca la boca. En el costurero se besan.
Comentarios:
Mec immensément magnifique