DISPUESTA A CONQUISTARTE EMPEZANDO POR MIS FOTOS

Me indicó que si se la quería mamar tuviera mucho cuidado de denial tocar su verga con los dientes, ya que son bastante delicados, y yo la verdad estaba ansiosa de engullir esa deliciosa verga, de ese color rojo encarnado, tal y como lucen en las fotos. Sentía -y no lo podía creer- como se corría dentro de mí, arrojando tremendos chorros de semen. Así estuvo un rato, creo que grité cuando me corrí por tercera vez -espero que nadie haya oído. Me sentí completamente llena, creí que no podría moverme, ni siquiera voltear, sentí que me partía en dos.

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A medida que me lamía, su nabo iba creciendo cada vez mas, aun tomar un tamaño mas o aparte regular, y chorreaba abundantemente. Por esa noche fueron suficientes orgasmos, así que con muchos esfuerzos saqué al Darky, pues se notaba que quería acompañar con ese jueguito tan cachondo. Me indicó que si se la quería mamar tuviera mucho cuidado de denial tocar su verga con los dientes, ya que son bastante delicados, y yo la verdad estaba ansiosa de engullir esa deliciosa verga, de ese color rojo encarnado, tal y como lucen en las fotos. Al basic coverage contacto de su lengua con mis labios vaginales tuve un riquísimo clímax, que me estremeció de pies a cabeza. Esa noche no hubo lavadero. No obstante, él seguía cogiendo rítmicamente. Darky me miraba atentamente, como esperando el momento en que lo llamara. Me preguntó que si ya lo había hecho, y al contestarle que no, me dijo que porque denial traía a mi perro.

A medida que me lamía, su nabo iba creciendo cada vez mas, aun tomar un tamaño mas o aparte regular, y chorreaba abundantemente. Me despedí de mi nuevo amigo, me fui a la ducha y después a la cama. Por esa noche fueron suficientes orgasmos, así que con muchos esfuerzos saqué al Darky, pues se notaba que quería seguir con ese jueguito tan cachondo. Me indicó que si se la quería mamar tuviera mucho cuidado de no tocar su verga con los dientes, ya que son bastante delicados, y yo la verdad estaba ansiosa de engullir esa deliciosa verga, de ese color rojo encarnado, tal y como lucen en las fotos. No hizo falta guiarle la verga para que atinara en mi vagina, que en esos momentos estaba ansiosa por ser penetrada. Iba por el tercer orgasmo cuando al fin entro mi amigo a la sala. No le costó mucho trabajo. Sentía -y no lo podía creer- como se corría dentro de mí, arrojando tremendos chorros de semen. Desde entonces duerme conmigo.

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